A Pablo, mi hijo.
Como un sueño apareciste en mi vida,
Llegaste cargado de juegos, de risa, de caricias, de palabras a medio pronunciar en tu edad temprana, de preguntas que buscaban las explicaciones de las cosas, ni bien comenzaste a manejar el lenguaje.
Llegaste a llenar mi alma, mi dios y mis días con tu sonrisa.
Llegaste a sorprenderme con tus conclusiones un poco adultas para tu temprana edad...
Simplemente, llegaste a mi vida y te convertiste en mi Duende.
Y yo, acá estoy queriendo ser todo para ti, y en mi desesperación no veo más maneras de hacerte tan feliz, como tu me haces a mi.
Quisiera transformarme:
Volverme ave
Alas que danzan en el aire
Llegar hasta el Sol, cruzarlo
para jugar con el barrilete de sus sueños.
y de pronto..
Bajar en picada hacia al mar
y hundirme en el agua salada
hasta el fondo
y convertirme en pez y mirarte navegar en tus barcos de papel.
Salirme de mi cuerpo y ser nube
que cruza el cielo
Permitir al viento desarmarme y volverme a armar.
y luego...
caer convertida en finas gotas de agua
para mojar el rostro de mi Duende, que es el tuyo.
Ser estatua de plaza
para que otras aves descansen en mí.
y convertirme en su hogar y en su refugio,
Sin que les importe mi semblante o mi piel.
Y desde mi quieta permanencia verte jugar, hijo
por siempre en tu sana inocencia que
no alcanzo a proteger.
Transformarme en ti,
En mi.
En mi Duende
Ser... simplemente una madre.
Llegaste cargado de juegos, de risa, de caricias, de palabras a medio pronunciar en tu edad temprana, de preguntas que buscaban las explicaciones de las cosas, ni bien comenzaste a manejar el lenguaje.
Llegaste a llenar mi alma, mi dios y mis días con tu sonrisa.
Llegaste a sorprenderme con tus conclusiones un poco adultas para tu temprana edad...
Simplemente, llegaste a mi vida y te convertiste en mi Duende.
Y yo, acá estoy queriendo ser todo para ti, y en mi desesperación no veo más maneras de hacerte tan feliz, como tu me haces a mi.
Quisiera transformarme:
Volverme ave
Alas que danzan en el aire
Llegar hasta el Sol, cruzarlo
para jugar con el barrilete de sus sueños.
y de pronto..
Bajar en picada hacia al mar
y hundirme en el agua salada
hasta el fondo
y convertirme en pez y mirarte navegar en tus barcos de papel.
Salirme de mi cuerpo y ser nube
que cruza el cielo
Permitir al viento desarmarme y volverme a armar.
y luego...
caer convertida en finas gotas de agua
para mojar el rostro de mi Duende, que es el tuyo.
Ser estatua de plaza
para que otras aves descansen en mí.
y convertirme en su hogar y en su refugio,
Sin que les importe mi semblante o mi piel.
Y desde mi quieta permanencia verte jugar, hijo
por siempre en tu sana inocencia que
no alcanzo a proteger.
Transformarme en ti,
En mi.
En mi Duende
Ser... simplemente una madre.
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